MEJOR PREVENIR QUE LAMENTAR

Los Pactos Prematrimoniales o Pactos en Previsión de Ruptura, “deberían ser obligatorios”.

¿Por qué hago esta afirmación?

Porque las personas no podemos evitar tener un espectro emocional que influye en nuestra forma de vivir, que nos coarta en momentos emocionales complicados y que, en definitiva, nos impide tomar decisiones de forma racional en situaciones conflictivas.

La ruptura familiar es en sí una pérdida en la que no hay ganadores. Todos los miembros pierden en mayor o menor medida: el padre, la madre, los hijos.

Hacer prevención de una situación de ruptura y tomar las decisiones de forma voluntaria, razonada y consensuada pueden evitar mucho dolor, incluso lograr una continuidad cordial que beneficiará a los hijos.

Estos acuerdos pueden también eliminar el deseo de perjudicar al otro y no creer en expectativas que, de no cumplirse, llevan a la decepción y al litigio.

En el aspecto legal, la jurisprudencia, Sentencia del Tribunal Supremo de fecha 13 de marzo de 2023 en casación, ratifica la validez de estos pactos siempre que se realicen de forma normada, en documento público ante notario.

Según esta Sentencia, el contenido de los Pactos en previsión de ruptura tiene plena eficacia, dado que procede de la autonomía de la voluntad en el ámbito de las relaciones económicas entre las personas casadas, a las que se reconoce el poder de autorregulación de sus propios intereses cuando se trata de materias disponibles. Ello de conformidad con el principio de libertad contractual (art.1255 CC) y la libertad de contratación entre los esposos que, desee 1981 consagra el art. 1323 CC, en la línea con los principios constitucionales de libertad (art.1 CE), igualdad (art.14 CE) y libre desarrollo de la personalidad.

Es muy aconsejable prever de forma lo más amplia y clara posible cual sería nuestro posicionamiento en caso de que el camino que emprendemos junto a otra persona, con ilusión y grandes expectativas lleve a tomar direcciones distintas pero con todas las consecuencias de los años vividos en común: hijos, propiedades, ….. Es mejor saber siempre a que atenernos en el futuro. Que nunca tengamos que acudir a un tercero para que decida por nosotros.

 

Mercè Graells