LOS CRITERIOS ESG – ENVIRONMENTAL, SUSTAINABILITY, GOVERNANCE- EN EL SECTOR LOGÍSTICO.

Se trata de poner el foco un punto más allá del máximo rendimiento en el resultado del ejercicio: hacer lo correcto reporta beneficios. También económicos. Pero ¿cómo encajar los criterios de sostenibilidad, sociales y de buen gobierno?

 

En el sector logístico, las empresas han de poner el acento en los desafíos ambientales. Tienen como objetivos a medio plazo, entre otros, el uso de energías renovables limpias en los almacenes, cambiar las flotas de vehículos que minoren significativamente el uso de carburantes, implantación de tecnología que permita sustituir el papel en el intercambio de información, conducción eficiente y optimización de rutas.

 

Además, es preciso estar atentos a los criterios sociales: en un entorno mundial, trabajar para mejorar la inclusión de colectivos vulnerables, adoptar prácticas como la flexibilidad horaria, aplicar medios para la formación y la prevención de los accidentes laborales y para favorecer la ergonomía en los puestos de trabajo.

 

Pero todo lo anterior es imposible sin una auténtica política de gobierno corporativo, con criterios de transparencia y responsabilidad que prioricen la aplicación de recursos en beneficio de una estrategia de gobernanza acorde con los valores y visión de la compañía; identificar oportunidades y riesgos a tener en cuenta; utilizar los recursos de forma sostenible; respetar las necesidades de los distintos grupos de interés.

 

La contratación de proveedores homologados es un eslabón imprescindible en la consecución de todos estos objetivos. La optimización de la Supply Chain, o asegurar una cadena de valor óptima. Minimizando riesgos e incidencias, creando valor y sinergias con colaboradores bajo los principios de sostenibilidad, calidad, eficacia y competencia.

 

En la implementación de los ESG, es conveniente priorizar el Governance, como “criterio pilar” para no perderse en acciones que son más fáciles de visibilizar, como las relativas a la sostenibilidad, para evitar malas prácticas como el greenwashing, es decir, parecer sostenibles sin serlo.

 

Sin duda, se trata de grandes retos, pero ¿acaso el mundo logístico no está acostumbrado a ellos?